la chica de sonrisa sospechosa escapó gambeteando al perejil sin perder el tiempo. no se dejen engañar por sus pasos largos, no le crean al destiempo. al palacio del prócer se fué contento porque sabía que sus sospechas se perpetraban para el futuro incierto y se relamía la cabeza con los destinos cruzados. sospechó de su sonrisa, y más aún cuando escapó con prisa porque no se podía esconder detrás de sus ojos. nadie puede.
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