20091113

Es hora de levantarse, querido! ¿Dormiste bien?






(Beilinson - Solari)





Soñaste angelitos muy profesionales

que iban al grano jugando a los gangsters.

Dormís colgado en la rama

que soldaste con primor

y el carozo del asunto es tu temor,

es sólo tu temor que es tan puro

y tan elegante

sentado en tu dedo muy almibarado.

¡A vivir que son dos días!

(descolgalos del laurel)

Nadie quiere tu secreto más que vos...

nadie más que vos.





Tenés la licencia para envenenarnos,

pensás con audacia consejos muy agrios.

Un caníbal desdentado

enseñando a masticar,

tu negocio es muy difícil de explicar

y fácil de enseñar

fácil de enseñar

si dormiste bien.

20091111

Simón Radowitzky



Por Osvaldo Bayer



"Mil y mil veces maldita, tierra aborrecida del crimen, del sufrimiento y del sicario. Bajo el azote helado de tus huracanes gime el hombre; la angustia roe las almas de las víctimas; los abnegados, los Radowitzky, agonizan, mártires de la chusma del máuser, y, sobre el hórrido concierto de sollozos se oye siniestra la carcajada del verdugo."


Así comenzaba un volante del diario anarquista La Protesta, para el 1º de Mayo de 1918, el Día de los Trabajadores. Estoy en Ushuaia, en el edificio del antiguo penal, y hablo sobre Simón Radowitzky (o Szymon Radowicki, ya que era de ascendencia polaca) ante una concurrencia formada principalmente por gente joven. Nunca hubiera soñado antes que iba a tener esa posibilidad. En los años setenta publiqué un libro que se titulaba Simón Radowitzky, ¿mártir o asesino?, que fue a parar a la hoguera de la dictadura de los Videla y Massera. ¿Quién era ese Simón Radowitzky que había sido una figura legendaria del movimiento obrero en las tres primeras décadas de este siglo y que había pasado veintiún años de su vida en la cárcel, la mayoría de ellos en el penal de Ushuaia, una de las páginas más negras de la historia penal del género humano de la cual tendríamos que avergonzarnos los argentinos? Y que se mantuvo no sólo durante el gobierno de los conservadores liberales sino también durante los tres gobiernos primeros del radicalismo. Los que más cantaron a Simón Radowitzky, llamado el "mártir de Ushuaia" fueron los payadores criollos en los mitines y asambleas obreras.

"Traigo aquí para Simón
este manojo de flores,
del jardín de los dolores
del alma y del corazón:
traigo para aquel varón
valiente y decidido,
este manojo que ha sido
hecho con fibras del alma,
en un momento sin calma
de rebelde convencido."

Así cantaba el payador Manlio por la década del veinte.

Es que Simón había corporizado la violencia de abajo al matar de un preciso bombazo al jefe de policía coronel Ramón L. Falcón después que éste reprimió brutalmente la manifestación obrera del 1º de Mayo de 1909. Ese día ocurrirá la más grande tragedia obrera hasta ese momento de nuestra historia social. La policía montada al mando del comisario Jolly Medrano, después de que sonara el clarinazo de ataque ordenado por el propio coronel Falcón, se lanza sobre las columnas obreras en la Plaza Lorea. Parece una estampa de la Rusia imperial cuando los cosacos atacaban concentraciones de famélicos proletarios en San Petersburgo o en Moscú. En la historia de las represiones obreras, la del coronel Falcón quedó como una de las más cobardes y alevosas. En un primer momento se cuentan treinta y seis charcos de sangre. Para explicar el drama, el militar traerá el argumento que todavía hoy se emplea en la Argentina: le echa la culpa a los "agitadores". Seguirán días de paro general proclamado por la FORA que tendrá un desarrollo muy violento. Esos días continuará la brutal represión y se seguirán sumando los muertos. Los obreros no se rinden porque:

"Los tiempos ya terminaron
en que hubo feudales bravos
que agarraban a los esclavos
y fiero los azotaron
¡Hoy no! Ya se rebelaron,
Y ese hombre hoy, febril y ardiente
cuando ve que un prepotente
burgués quiere maltratarlo:
cara a cara ha de mirarlo,
cuerpo a cuerpo y frente a frente!"

Así fue. Ese joven judío de apenas 18 años, obrero metalúrgico, esperará al coronel Falcón y pondrá fin a la vida del orgulloso militar que era todo un símbolo para los hombres de uniforme: Falcón había sido el cadete número uno recibido en el Colegio Militar creado por Sarmiento. Simón trata de suicidarse pero es capturado, condenado a muerte y luego, como es menor de edad, a prisión perpetua a cumplir en el penal de Ushuaia, con el agravante de que cada año, en oportunidad de cumplirse cada aniversario de su atentado contra Falcón "deberá ser llevado a reclusión solitaria a pan y agua durante veinte días", como dirá la sentencia.

En la prisión, sólo comparable con la de la Isla del Diablo, Radowitzky se convertirá en el "mártir de la anarquía". Será un místico de la resistencia y del altruismo con los demás presos. Protagonizará una huida legendaria a través de los canales fueguinos hasta que es capturado por un buque de guerra chileno y entregado a los carceleros argentinos. Todos los castigos inimaginables serán entonces para él. Aunque enfermo de tuberculosis, el clima del extremo sur y el aislamiento no lo amedrentan y sigue siendo el defensor de los demás presos para quienes Simón es una personalidad mística y al que admiran casi con respeto religioso.

Sus compañeros de ideas de todo el país no lo abandonaron en ningún momento. Miles de mitines y su nombre siempre en la primera página de sus publicaciones. Hasta que en 1930, Yrigoyen firmará el indulto. Pero el gobierno radical no se aguanta al carismático atentador en territorio argentino y lo expulsa al Uruguay. Allí será detenido y poco después soportará presidio en la isla de Flores. Hasta que en 1936, ya en libertad, marchará a la Guerra Civil Española a luchar contra el fascismo de Franco. Morirá en México en 1956 mientras trabajaba de obrero en una fábrica de juguetes, el mejor oficio que puede tener un ser humano.

Me paseo por las celdas del presidio de Ushuaia, cuarenta años después de la muerte del "santo de la anarquía". Los muros del oprobio. Oprobio que años después se iba a trasladar a los dominios de otros carceleros con uniforme militar: los campos de concentración de los Bussi, los Menéndez, los Camps. Pienso en estos verdugos cuando atravieso el portón de salida del ex presidio austral. Y me consuela un pensamiento que me asalta en ese momento. Esos tres, jamás tuvieron juglares criollos que les cantaran. De Radowitzky quedan los recuerdos de esas coplas del auténtico pueblo:

"Simón, la fe no desmaya
y el pueblo sí que resiste
te ha de sacar, Radowitzky,
de las mazmorras de Ushuaia."

20091103

Notas sobre la peste

Peste, s. (del latín pestis, plaga, peste; de donde pestilente, pestífero; la misma raíz que perdo, destruir [PERDICION].) Una plaga, pestilencia o enfermedad epidémica y mortífera; toda cosa nociva, maligna o destructiva; persona destructiva y maligna.

la peste es, en cierto modo, un ser muy superior a nosotros: sabe dónde encontrarnos y cómo... normalmente en el baño o en plena relación sexual, o dormidos. Hace muy bien también lo de cazarte en el cagadero a media cagada. si ella está a la puerta, puedes gritar: «¡por Dios, espera un momento, no fastidies, ahora mismo salgo!». pero el sonido de una dolorida voz humana no hace más que alentar a la peste: su llamada, su campanilleo, se hace más animado. la peste suele llamar y campanillear. has de dejarla entrar. y cuando se va (al fin), estás enfermo una semana. la peste no sólo te mea el alma... hace también magníficamente lo de dejarte su agua amarillenta en la tapa del water. deja apenas lo suficiente para que se vea; no sabes que está allí hasta que te sientas y es demasiado tarde.
a diferencia de ti, la peste tiene tiempo de sobra para fastidiarte. y todas sus ideas son contrarias a las tuyas, pero ella nunca lo sabe porque habla constantemente y aun cuando aproveches una oportunidad para discrepar, la peste no oye. la peste jamás oye tu voz, en realidad. sólo es para ella una vaga zona de ruptura, después prosigue su diálogo. y mientras la peste prosigue, te preguntas cómo es que siempre consigue meter sus sucios morros en tu alma. la peste tiene también muy clara conciencia de tus horas de sueño y te telefoneará una y otra vez cuando duermes y su primera pregunta será: «¿te desperté?». o irá a tu casa y estarán todas las persianas echadas, pero ella llamará y llamará salvaje, orgiásticamente. si no contestas, gritará: «¡sé que estás ahí! ¡he visto el coche fuera!».
esos destructores, aunque no tienen la menor idea de tu forma de pensar, perciben que les detestas, pero por otra parte esto no hace más que estimularles. comprenden también que eres un determinado tipo de persona: es decir, ante la disyuntiva de herir o ser herido, aceptarás lo último, y las pestes corren detrás de los mejores filetes de humanidad. saben dónde está la buena carne.
la peste siempre desborda vulgares y secas chorradas que considera sabiduría propia. algunas de sus observaciones favoritas son:

- no es cierto eso de TODOS malos. dices que todos los policías son malos. pues bien, no lo son. he conocido algunos buenos. existe el policía bueno.
no te concede posibilidad de explicarle que cuando un hombre se pone ese uniforme, es el protector pagado de las cosas del tiempo presente. está aquí para procurar que las cosas sigan como están. si te gusta como están las cosas, entonces todos los polis son polis buenos. si no te gusta cómo están las cosas, entonces todos los polis son malos. sí existe lo de TODOS malos. pero la peste está impregnada de estas hueras filosofías caseras y no las abandonará. la peste, incapaz de pensar, se aferra a la gente... hosca y definitivamente y para siempre.
- no estamos informados de lo que pasa, no tenemos las soluciones auténticas. hemos de confiar en nuestros gobernantes.
ésta es tan jodidamente estúpida que no quiero ni comentarla. en realidad, bien pensado, no enumeraré más comentarios de la peste porque empiezo ya a

Yo te contesto Bergoglio

Frente al peor silencio

(AW) Una ex detenida-desaparecida le responde a Bergoglio, máxima figura de la Iglesia Católica argentina que busca la reconciliación luego de haber callado mientras mataban hasta a sus propios integrantes.




YO TE CONTESTO BERGOGLIO.

Tal vez porque después de tanto tiempo puedo tomar distancia.
Tal vez porque después de tanto tiempo ya no siento que se subleva mi corazón y se enloquece la vena de mi garganta ante tanta desfachatez de parte tuya y de los curas que te acompañan.
Tal vez porque los años pasaron para vos y para mí y al pasar me dejaron esa desolada sensación que es extrañar.
Yo te contesto.
Y le contesto a ese solapado intento de trazar los caminos que al parecer debemos caminar para  salvar el alma y vivir en un País en el que reine la concordia a partir de perdonarnos o tal vez reconciliarnos. 
Despojado de la humildad que debieras mostrar  por tener el culo sucio de reconciliación has hablado
Y te planteo ¿Reconciliarnos? ¿ con quién o con quiénes?
¿Con los que comulgaban de día y asesinaban de noche?
¿Con los que nos pasaban sus sucias manos por los pechos y pezones mientras con sus lenguas nos baboseaban  estando atadas  y sin poder defendernos?
¿Con los que se robaban los hijos de las que parían para entregarlos a familias de milicos?
¿Con los que se burlaban de nuestras  madres y las llamaban locas?
¿Con los que nos estrellaban las cabezas contra las rejas de las celdas para gozar  sádicamente con los lamentos y los gritos de dolor que el  hierro  rompiéndonos la carne producía en nuestros cuerpos?
Te has atrevido a sermonear teniendo el alma negra y el culo sucio.
Y al hacerlo  lo has hecho desde la impudicia de la inmoralidad que debiera hacerte guardar un silencio recoleto.
Porque debieras responder con el silencio al silencio que producen en mi alma la muerte de tantos compañeros que no aparecen.
30.000 compañeros no volvieron, 30.000 silencios en el silencio de ese horror que fue que la Iglesia delatara y entregara a los corderos a la muerte.
¿Por qué hablas ahora y no lo hiciste entonces?
Pudiste hacerlo... otros lo hicieron.
Vestían la sotana  y andaban por las villas, fueron mis compañeros.
No regresaron.....
Desde este extrañar que se hizo costumbre en cada día de mis días.
Desde este llorar por las noches a escondidas.
Desde este sentir que algún día volveré a abrazarme en un abrazo con tantos compañeros que se fueron.
Desde esta convicción de saber que la Iglesia fue una mierda delatora que entregaba y señalaba.
Desde este sentimiento de resistir a tanto inmoral vestido con sotana que cree que el discurso y las palabras han de acallar los gritos que duermen en mi alma.
YO TE CONTESTO BERGOGLIO.
Y lo hago convencida que hay otros como yo que sienten lo que siento.
Teniendo el culo sucio, teniendo el alma negra y habiendo pactado con el diablo no podés venir a hablar cuando callaste.
Silencio recoleto, mea culpa y muchas oraciones  que tal vez perdonen tus pecados
Porque yo que soy sobreviviente, no te perdono.
Tampoco olvido
Y menos aún me reconcilio.
Profesora María Cristina Saborido  
Ex - detenida - desaparecida Pozo de Banfield/Quilmes en Julio/ 77
Algún día empezarán a respetarnos.
HASTA NUNCA MÁS BERGOGLIO O HASTA  QUE VUELVAS A ABRIR LA BOCA