20100825

saraMago y la muerte



Fragmento de "Las Intermitencias de la Muerte"

La iglesia, como no podía dejar de ser, bajó a la arena del debate sentada en el caballo de batalla habitual, es decir, los designios de Dios son lo que siempre han sido, inescrutables, lo que, en términos corrientes y algo manchados de impiedad verbal, significa que no nos está permitido mirar por el resquicio de la puerta del cielo para ver lo que pasa dentro. Decía también la iglesia que la suspensión temporal y más o menos duradera de causas y efectos naturales no era propiamente una novedad, baste recordar los infinitos milagros que Dios había permitido que se hicieran en los últimos veinte siglos, la única diferencia de lo que pasa ahora radica en la amplitud del prodigio, pues lo que antes afectaba a un individuo, por la gracia de su fe personal, ha sido substituido por una atención global, no personalizada, un país entero por así decir poseedor del elixir de la inmortalidad, y no sólo los creyentes, que como es lógico esperan ser distinguidos en especial, sino también los ateos, los agnósticos, los heréticos, los relapsos, los incré-dulos de toda especie, los afectos a otras religiones, los buenos, los malos y los peores, los virtuosos y los maphiosos, los verdugos y las víctimas, los policías y los ladrones, los asesinos y los donantes de san-gre, los locos y los sanos de juicio, todos, todos sin excepción, eran al mismo tiempo los testigos y los beneficiarios del más alto prodigio alguna vez observado en la historia de los milagros, la vida eterna de un cuerpo eternamente unida a la eterna vida del alma. A la jerarquía católica, de obispo para arriba, no le hicieron gracia los chistes místicos de algunos de sus cuadros medios sedientos de maravillas, y lo hizo saber a los fieles a través de un muy firme mensaje, el cual, además de la inevitable referencia a los inescrutables designios de dios, insistía en la idea ya expresada improvisadamente por el cardenal al principio de la crisis en la conversación telefónica que tuvo con el primer ministro, cuando, creyéndose papa y rogando a Dios que le perdonara la estulta presunción, propuso la inmediata promoción de una nueva tesis, la de la muerte aplazada, confiando en la tantas veces loada sabiduría del tiempo, esa que nos dice que siempre habrá algún mañana para resolver los problemas que hoy parecían no tener solución. En carta al director de su periódico preferido, un lector se declaraba dispuesto a aceptar la idea de que la muerte había decidido aplazarse a sí misma, pero solicitaba, con todo respeto, que le dijeran cómo lo supo la iglesia, y, si realmente estaba tan bien informada, también debería saber cuánto tiempo iba a durar el aplazamiento. En nota de la redacción, el periódico le recordó al lector que se trataba simplemente de una propuesta de acción, por supuesto no llevada a la práctica hasta ahora, lo que ha de querer decir, así concluía, que la iglesia sabe tanto del asunto como nosotros, es decir, nada. Por entonces alguien escribió un artículo reclamando que el debate regresara a la cuestión que le dio origen, o sea, si sí o no la muerte era una o eran varias, si era singular muerte, o plural, muertes, y, aprovechando que estoy con la mano en la pluma, denunciar que la iglesia, con esas suposiciones ambiguas, lo que pretende es ganar tiempo sin comprometerse, por eso se puso, como es su costumbre, a entablillar la pata a la rana, a dar una en el clavo y otra en la herradura. La primera de estas expresiones populares causó perplejidad entre los periodistas, que nunca tal habían leído u oído en toda su vida. No obstante, ante el enigma, estimulados por un saludable afán de competición personal, sacaron de las estanterías los diccionarios con que algunas veces se ayudaban a la hora de escribir sus artículos y noticias y se lanzaron a la descubierta de qué hacía allí ese batracio. No encontraron nada, o mejor, sí encontraron a la rana, encontraron la pata, encontraron el verbo entablillar, pero no consiguieron tocar el senti-do profundo que las tres palabras juntas a la fuerza tendrían que tener. Hasta que se le ocurrió a alguien llamar a un viejo portero que vino del pueblo hace ya muchos años y de quien todos se reían porque, tanto tiempo después de vivir en la ciudad, todavía hablaba como si estuviera ante la chimenea contándoles historias a sus nietos. Le preguntaron si conocía la frase y él respondió que sí señor, que la conocía, le preguntaron si sabía qué significaba y él respondió que sí señor, lo sabía. Entonces explíquela, dijo el redactor jefe, Entablillar, señores, es poner tablillas en los huesos partidos, Hasta ahí llegamos, lo que queremos es que nos diga qué tiene eso que ver con la rana, Lo tiene todo, nadie consigue poner tablillas en una rana, Por qué, Porque ella nunca deja quieta la pata, Y eso qué quiere decir, Que es inútil intentarlo, que no se deja, Pero no debe de ser eso lo que está en la frase del lector, También se usa cuando tardamos demasiado tiempo en acabar un trabajo, y, si lo hacemos a posta, entonces estamos taponando, entonces estamos entablillándole la pata a la rana, O sea, que la iglesia está taponando, está entablillándole la pata a la rana, Sí señor, Así que el lec-tor que escribió tenía toda la razón, Creo que sí, pero yo sólo guardo la entrada de la puerta, Nos ha ayudado mucho, No quieren que les explique la otra frase, Cuál, La del clavo y la herradura, No, ésa la conocemos, la practicamos todos los días.

20100823

20100819

destino



hay que ver para que lado se revuelca el toro

20100812

poe y la ¿locura?




Nací insano, con grandes momentos de cordura horrible.

La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.

Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza.

El único medio de conservar el hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella.

A la muerte se le toma de frente con valor y después se le invita una copa.

Deseo poder escribir algo tan misterioso como un gato.

20100811

los hipocritas nos hablan de moral




    

Grasa de chancho
Las Pelotas

Lejos se ve la ciudad
purga pecados ajenos
huyen los pobres del campo
cuánto es la vida hecha de dolor.

Un buitre de anchas alas
gira alrededor de la esperanza
entre el honor y la virtud
los hipócritas nos hablan de moral.

Moscas que tienen dueño
moscas que tienen dueño.

Castigo a los culpables
dicen los carteles en la puerta
nos habla un sacerdote
cuánto tiempo queda
cuánto valés vos.

Grasa de chancho
tienen que comer
a ver si revientan
de una buena vez, etc.

Moscas que tienen dueño
moscas que tienen dueño.




Héroe del Whisky 
Solari/Beilinson

Venderá algún milagro (nada de más...)
de bebedores entrenados ¡no digo más!
y regresará a su ciudad en la caja de un camión,
las estrellas ahí nomás, a su alcance,
frías.

Tiene metido hasta las cejas un
triste papel
en un menú muy complicado
de tony soirée.
Es lo que puede ofrecer,
papeles tristes y sed de boca floja
(y perdón para su lengua).

Bailará para la prensa
y dedicará el nuevo rock de
las cavernas a su vanidad.
Un héroe del whisky más
(el perro se hace notar)
su truco le hace ganar nenas bohemias.

No va a morir frente al Dakota,
no alcanzará,
dice que el amor se muere
y no dice más.
Un héroe del whisky más
en la caja de un camión,
las estrellas ahí nomás,
a su alcance, frías.




Paraguay
Divididos

Olvidemos todo esto de una vez.
Vamosnos a navegar al Paraguay.
Olvidemos y rajemos por un rato.
Mira que bueno, no hay nada en que pensar...
No me hablen del crucero del amor,
del artista que solo quedo ;
pobre conejo lo piso una agencia
y ya no quiere, y no quiere escribir mas...
Siento las biromes sobre mi
del periodista que se muere por tocar,
basta de noticias y carteles,
basta de la farsa del "Rocanrol"
Ssop !





Pasiones Zurdas-Derechas
Divididos

Hay dos jasmines en el cielo,
hay algo alla, mas alla.
Se hace un grito en el sonido
y son la luz de la luz.

Hay un infierno en este cielo,
hay un porque en este mar,
¿cuál es el ciclope del siglo?,
¿cuál es la luz de la luz?

El papel y la tinta
son el vuelto de un gran favor.
Y mostraste la hilacha
lavando el traje de papá.

Noticia muere al otro día
siempre vive la cancion
en este mundo cocoliche
sos el mejor sos el peor.

El papel y la tinta
son el vuelto de un gran favor.
Y mostraste la hilacha
lavando el traje de papá.

Tres sabios de un loro que redact
regula el vuelto de un porvenir
congela que te para mañana
pasiones zurdas-derechas.



A la carga mi rocanrol
La Renga

A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja.
Y si mi boca de dragón enciende la mecha
y no te gusta que diga una sola verdad
vas a usar tu prensa para aplastarme,
y a la canción de la vida vas a desterrar.

Vas a estar perdiendo el tiempo,
porque atrás nuestro viene un viento
que derriba todo lo que toca,
porque mi canto ya tiene otras bocas
y ya nadie lo puede callar.

A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja.
si mi lengua de fuego no tiene ni un pelo
y no te gusta que te cuente la realidad
vas a apuntar tu cañón a nuestras mentes
y a la canción de la vida aniquilar.




Yo no me sentaría en tu mesa
Los Fabulosos Cadillacs

Por mas que quieran sacarnos de nuestro lugar
y pienses que solo somos un puñado de idiotas
no no podras quitarnos lo que hicimos ya
ahora somos mas hermanos que antes
ya no podras mirarnos a los ojos mas
nosotros somos amigos, vos que solo estas
por mas que quieras tapar toda nuestra voz
nunca podrás callar esta canción

Y si despues no crees lo que te estoy diciendo
mira mis pies bailando al son de este ritmo
voy a vestirme de traje aunque me vea mal
voy a saltar toda la noche sin parar de silvar
esta lloviendo pero yo no me voy a mojar
mis amigos me cubren cuando voy a llorar
por mas que quieras tapar toda nuestra voz
nunca podran callar esta canción.



Uoh pa pa pa
Los Piojos

Hola,
acá afuera soy yo otra vez
cómo estás si querés me abrís
cómo verás estoy bien ya lo sé
eran mentiras que hablaron de mí.
Algunos de esos con bosta en los sesos
que dicen gilada, y pa'qué confirmar
manejos más turbios si sos del suburbio
y no tenés palanca y no hay amistad.
Son como tres, son como seis
hablan pavadas nomás
son como diez, son como cien
los que ya vimos pasar.
Critican tu arte y son de ninguna parte
cambian dinero por sensibilidad
miles de almas en un ritual sin calma
y el comentario es que una chica su pie se torció.
Creen ser dueños de tu imagen, tu sueño
tu fracaso, tu éxito, creen ser Dios
son suplemento de una máquina de vento
rasguñando superficies pop.
Son como tres, son como seis... (2 veces)
Uoh pa pa pa
Uoh pa pa pa
no pueden entender
tienen duros los pies (2 veces)
no pueden entender
masticando su hiel
uoh pa pa pa
uoh pa pa uoh pa pa uoh pa pa
y quieren escribir
y no! no lo pueden sentir.