Fragmento de "Los Pichiciegos" de Fogwill
O tiene que ver: hablar del miedo por ejemplo.
El miedo: el miedo no es igual. El miedo cambia. Hay miedos y miedos. Una cosa es el miedo a algo -a una patrulla que te puede cruzar, a una bala perdida-, y otra distinta es el miedo de siempre, que está ahí, atrás de todo. Vas con ese miedo, natural, constante, repechando la cuesta, medio ahogado, sin aire, cargado de bidones y de bolsas y se aparece una patrulla, y encima del miedo que traés aparece otro miedo, un miedo fuerte pero chico, como un clavito que te entró en el medio de la lastimadura. Hay dos miedos: el miedo a algo, y el miedo al miedo, ese que siempre llevás y que nunca vas a poder sacarte desde el momento en que empezó.
Despertarse con ese miedo y pensar que después vas a tener más miedo, es miedo doble: uno carga su miedo y espera que venga el otro, el del momento, para darse el gusto de sentir un alvio cuando ese miedo chico -a un bombardeo, a una patrulla- pase, porque esos siempre pasan, y el otro miedo no, nunca pasa, se queda.
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espeluznantemente bueno!!!!
ResponderEliminar(me parece que el cuentito que subiste antes lo leí en algo que Página12 sacó alguna vez sobre lo que pasa entre EEUU e Irak)
es bueno si, aparte es muy loco como escribió ese libro y la historia desde otro lado
ResponderEliminarel cuentito ahora q me pongo a pensar lo saque de mundo perverso, o de un link desde ahi o algo
fijate en el blog hay otro cuentito que tmb esta bueno:
http://ypensarquetodoestogira.blogspot.com/2010/02/fundacion-de-los-cuentos-de-hadas.html